Los padres de Sergio se fueron a vivir con su bebé a Japón, y allí fue desde donde el chaval se acabó labrando un renombre en todo el continente asiático. Vivió cinco años en Argentina, pero cuando con 13 años volvió a Japón y se unió a los Urawa Reds, su carrera comenzó de verdad.
El historial de logros de Escudero es impresionante: en 2005, debutó en la máxima categoría japonesa con 16 años, siendo así el segundo más joven en hacerlo; nada más lograr la nacionalidad japonesa, representó a su país en los juegos olímpicos de Pekín, y, en 2013, quedó subcampeón de la Champions asiática con su equipo, el FC Seoul de Corea del Sur.
Ahora, Sergio sueña con jugar en Europa, y se le ha ocurrido empezar esa nueva parte de su carrera en el Granada CF, club de su tierra natal. Desde luego, la opción suena atractiva para el club nazarí, a pesar de tener ya cubiertas las líneas de ataque, pero la cuota de dos millones de euros que habría que pagar al FC Seoul para la rescisión de su contrato, que no termina hasta 2015, hace un poco difíciles las cosas.
Silvia Talavera (@betis24gr)
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