23 de agosto de 2014

La Supercopa rojiblanca





El encuentro de ayer nos trajo un 1-0 a favor del Atlético de Madrid. El Madrid comenzó el partido empanado y lo pagó muy caro con un gol tempranero de Mandzukic.

El derbi fue un partido muy físico, con muchas batallas en cada balón dividido. Comenzó  con balón para el Atlético, que sin duda empezó muy fuerte presionando arriba. Casi en el minuto dos, Moya saca de puerta,  pelean Mandzukic y Varane por el cuero, la gana Varane, pero mal, la remata Griezmann para Mandzukic, el siguiente tira y gol. Aquí se muestra la importancia de tener un portero que sepa sacar en largo, como lo es Moyá.
En algunos aspectos, se repitió  el partido en el Santiago Bernabéu, los merengues tenían la posesión pero los pases eran muy lentos, lo que le facilitaba al Atlético recomponerse fácilmente. En la primera parte el Madrid estuvo muy impreciso en los tiros a puerta, fallando ocasiones claras de gol como la de Bale (que tuvo un partido muy gris, casi no apareció) en el minuto treinta y nueve, una de las más claras del partido. En la segunda parte el ataque de los blancos mejoró con la entrada del portugués. Kroos se fue sustituido y sin él el equipo merengue perdieron en defensa. Al equipo de Ancelotti le queda todavía por limar muchos aspectos del juego como puede ser  la rapidez del conjunto o  algo de manual como es saber quién tiene que saltar a por el balón en campo propio.

Por parte de los rojiblancos, a partir del primer gol, no se conformaron y continuaron presionando la salida de balón de los blancos, provocando su error. Tuvieron muchas oportunidades para cerrar la final pero perdonaron mucho. Koke estuvo genial en la zaga colchonera como es lo habitual y Mandzukic apunta maneras en un Atlético que se no tiene nada que envidiar al de la Final de la Liga de Campeones.

Jesús Fernández

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