Murillo, el defensa del club nazarí, puede decir que los males vienen acompañados ya que las lesiones que ha sufrido en el amistoso contra el Recreativo de Huelva del lunes no han sido sólo una, sino dos.
Concretamente el central sufre una elongación en el psoas (el psoas es un músculo que se encuentra en la parte baja del tronco) y también un esguince de primer grado del ligamento lateral externo de su rodilla izquierda, lo cual quiere decir que las desgracias nunca vienen solas sino pregúntenselo al colombiano.
Esta lesión le mantendrá unas semanas fuera de los terrenos de juego lo que le complica llegar al primer partido de liga contra el Deportivo de la Coruña, dicho partido se lo ha marcado como objetivo para su recuperación.
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