El triunfo o el fracaso de la era de Luis Enrique en el
Barça dependerá de que el entrenador asturiano sepa incluir nuevas variantes a
la idea original que caracteriza el juego azulgrana, para así poder sorprender
a los rivales. Durante la pretemporada ya empezamos a tener unas ideas de como
jugaría el Barça de ‘Lucho’.
La primera tarea era confeccionar las altas y bajas. Primero
eligiendo los jugadores que no quería en su equipo, ya sea porque no conjugan
con su idea de juego, ya sea por el bajo nivel que mostraron el año pasado. Y
no ha sido fácil, porque se ha desprendido de grandes jugadores como Cesc o
Alexis, que han dejado grandes traspasos y reforzando a equipos punteros como
Chelsea o Arsenal respectivamente. El tema del mediocentro español, se debe a
que Luis Enrique quiere dar protagonismo a jugadores que conoce mucho mejor de
su etapa en el filial blaugrana, como son Sergi Roberto o Rafinha (este último
lo ha tenido también en el Celta). Desprenderse de Cesc, es enviar un mensaje a
los canteranos, de que tiene que ser su temporada, porque su entrenador confía
en ellos. El caso del chileno se trataría por la misma razón (Deulofeu o Pedro
ocuparían su posición y son de la confianza de ‘Lucho’) pero también se valoró
el alto traspaso que se podía conseguir gracias al gran Mundial que hizo con su
selección.
En cuanto a las altas, son meditadas según el sistema de
juego que quiere implantar Luis Enrique, que detallaremos a continuación:
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El 4-3-3:
Es el sistema que ha hecho campeón al Barça de Guardiola y que todos hemos
admirado, pero Luis Enrique ve que este sistema ya está asimilado por los
equipos rivales y que tapando las líneas de pase interiores, el juego culé se
vuelve muy previsible. Este sistema se utilizaría en partidos donde se busque
tener un elevado control de la pelota y en partidos “cómodos”.
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El 3-4-3:
Sistema de juego que ya intentó implantar Guardiola en su momento y no pudo
desarrollar totalmente. Se empieza jugando con una línea de 4 defensores atrás,
pero los laterales se convierten en carrileros y el mediocentro defensivo (habitualmente
Sergio Busquets) se incrusta entre los centrales y así cumple funciones de
controlar los contragolpes del equipo rival y también ayuda en la salida del
balón. Este sistema se usaría con rivales ultradefensivos, ya que los carrileros
y extremos se cambian las posiciones constantemente en banda y los interiores y
el falso nueve pueden crear espacios por en medio de la defensa y media
rivales. Intercambio de posiciones constantes para poder abrir esas defensas
ultrapobladas. Por el contrario se corre el riesgo de dejar la defensa muy
abandonada.
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El 3-5-2
(o 3-2-3-2): Sistema que quiere implantar Luís Enrique. La búsqueda de
centrales que está llevando el equipo blaugrana este verano, se debe a esa
modificación: se buscan dos perfiles de centrales. El primero un defensa alto y
veloz que pueda cortar los contragolpes del equipo contrario y complemente el
juego más posicional de Gerard Piqué. Para ese perfil se ha fichado a Jeremy
Mathieu (ante la imposibilidad de la primera opción, Marquinhos). El segundo
perfil, es un central con buena salida de balón y buen posicionamiento
(parecido a Piqué). En ese perfil aún falta un central por llegar, pero los
nombres de Vertonghen o Vermaelen lo cumplen a la perfección (para mí el belga del Tottenham es el más completo). La idea es combinar los centrales
según el contrario: cuando se juegue con equipos más defensivos pero con mayor
velocidad en su delantera o con un contragolpe más potente, se juntarían dos
centrales rápidos (Mathieu y Bartra) y un central para la salida del balón.
Esos días, los medios debería bajar a la defensa a empezar a construir el
juego. En cambio en equipos más presionantes, se jugaría con dos centrales con
buena salida de balón (Piqué y el central que llegue), acompañados de un
central rápido, para poder sacar el balón con más velocidad y precisión.
A continuación se montaría la línea de 5 medios, donde la gran idea es en
las bandas. La revolución vendría de colocar en bandas dos laterales de gran
recorrido, para fijar los laterales del equipo rival. En la banda izquierda se
situaría Jordi Alba (Adriano sería su substituto) y en la banda derecha se
busca el fichaje que ha pedido expresamente ‘Lucho’: Juan Cuadrado. Hace unos años atrás, ese puesto sería para Dani
Alves, pero su rendimiento ha bajado mucho este año y el entrenador asturiano
le comunicará hoy martes al jugador brasileño que no cuenta con él, una vez
haya vuelto de sus vacaciones y se incorpore al trabajo. Y Luis Enrique piensa
que el jugador colombiano es el jugador ideal para desempeñar la función de
carrilero de la banda derecha azulgrana, ya que tiene resistencia, velocidad,
definición y buen centro al área. Tanto a Cuadrado como a Alba se les exigirá
que lleguen a línea de córner, ya sea para finalizar jugada, como para poner
centros para que los rematen los delanteros. En esa posición también podrían
entrar jugadores ofensivos como Pedro o Deulofeu. Por el interior se juntarían
tres jugadores: dos mediocentros y un mediapunta. Los dos mediocentros, serían
de dos perfiles: uno más organizador (Iniesta, Xavi, Rakitic, Sergi Roberto o
Rafinha) y otro más defensivo, que estabilice el sistema defensivo, junto a los
3 centrales mencionados antes (para esa posición están Busquets, Mascherano o
Song). La posición de mediocentro defensivo cobrará mucha importancia y la
madurez que han adquirido Busquets o
Mascherano serán fundamentales, ya que defensivamente se contaría siempre
con 4 efectivos (los 3 centrales y el mediocentro defensivo) La posición de
mediocentro es ‘Made in Masia’ y por ello se entiende que haya tanto
competencia. En cuanto a la mediapunta, será para la estrella del equipo: Leo Messi. La Pulga retrasará su
posición habitual buscando conseguir dos objetivos: el primero, que participe
mucho más del juego asociativo, juntándose con los dos mediocentros e incluso
con los carrileros que hemos mencionado antes. Messi explotaría mucho más su
faceta asociativa y debería ser capaz de administrar muchas más asistencias. El
segundo objetivo sería fijar el típico mediocentro que tan de moda se ha puesto
en el fútbol actual. Dicho mediocentro debería estar pendiente continuamente a
los movimientos de Messi y no llegaría a las ayudas a sus centrales, dejando un
dos contra dos con los delanteros de la punta culé.
Y
allí está la gran novedad, el Barça pasaría de jugar con falso nueve, a jugar
con dos delanteros. Para ello se ficha a la Bota de Oro, Luis Suárez. Luis Suárez y Neymar formarían una
dupla temible para cualquier pareja de centrales del continente. Dos jugadores,
con una capacidad asociativa tremenda, pero sobretodo con un olfato hacia gol
impresionante y que podrían permutar la posición con Leo Messi. El cambio de
roles de estos 3 jugadores durante un partido, unido a su tremenda calidad, son
capaces de poner en jaque a cualquier defensa. Además los laterales contrarios
no llegarían a defender porque tendrán que controlar a los Cuadrado o Jordi
Alba antes comentados. La línea atacante presionaría mucho más la salida del
balón con los dos delanteros rápidos y con la presencia de Leo Messi por dentro
cubriendo al mediocentro que llegue a recibir.
El éxito de dicho sistema dependerá sobretodo de la
habilidad que tenga Luis Enrique para ganarse la confianza de sus jugadores. De
momento lo está consiguiendo, ya que hemos visto como Xavi ha decidido quedarse
(hoy explicará las razones), Iniesta ya se ha mostrado muy motivado y Piqué ya
ha declarado que quiere volver a ser el central que fue. Hoy llegan dos piezas
clave, Leo Messi y Neymar. Sobretodo si Luis Enrique consigue que la Pulga se
identifique con la idea del entrenador asturiano, el Barça estará en el buen
camino. Y el viernes se reúne el TAS para decidir si rebaja la sanción de Luis
Suárez. Será clave esa decisión, para empezar a enseñar al jugador uruguayo el
sistema de juego y lo que le quiere Luis Enrique de él cuanto antes.
Veremos si Luis Enrique consigue lo que se propone, pero las
ideas están claras.
Joan Cloquell @tacticato
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