Tras la mala temporada que el Futbol Club Barcelona hizo el pasado curso, el club, a través de su presidente, Josep María Bartomeu, y de su director deportivo, Andoni Zubizarreta, anunciaron que este verano el club viviría un gran remodelación en la plantilla. No solo de llegadas, hablaban ambos, sino también de salidas.
Marc-André Ter Stegen fue el primero en aterrizar en Can Barça. Tras saber que Víctor Valdés no iba a continuar, y de que Luis Enrique no contaba con José Manuel Pinto, el Barça fichó a otro portero, el internacional chileno Claudio Bravo. Poco después, y tras la venta de Cesc Fábregas al Chelsea de Mourinho, llegó Rakitic. El Barça pagó 18 millones de euros al Sevilla por él. También el club confirmó la vuelta de los cedidos Rafinha y Gerard Deulofeu, que tras un año en el Celta de Vigo y en el Everton, respectivamente, tenían que retornar a vestir l elástica azulgrana.
Alexis Sánchez hizo las maletas, y se fue a Londres a jugar por el Arsenal de Arsene Wenger. Poco después el Barcelona se hizo con los servicios de Luis Suárez, el ex delantero del Liverpool es el fichaje más ilusionante de la afición culé este año. Y tras cinco años intentando fichar un central, el Barça pagó la cláusula de rescisión de Mathieu, 20 millones de euros, al Valencia, para que el jugador de 31 años vistiera de azulgrana la próxima temporada.
Luis Enrique desea contar con una plantilla de 21 o 22 jugadores. Y aún se espera contratar al colombiano de la Fiorentina, Cuadrado, y a otro central más, se rumorea con que Agger puede estar muy cerca del club catalán. Para obedecer los deseos del entrenador asturiano, el club deberá reactivar las salidas, que parecen atascadas. Solo se han ido, Valdés, Pinto, Alexis Sánchez, Cesc Fábregas y Carles Puyol. En cambio han llegado, Ter Stegen, Bravo, Masip que sube del filial, Rakitic, Rafinha, Deulofeu, Mathieu y Luis Suárez.
Jose Ignacio @10joseignacio
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